Capitulo 23 segunda parte

Subí al auto, que Sarah amablemente no me había prestado, sabía que se mollentaría cuando viera que lo había tomado sin su permiso, pero no dicen siempre en circunstancias extremas medidas extremas.

Tenía que recapitular´:
Flashback

-Alec, ¿Cuando me llevaras a tu casa?-Pregunte mirándolo resentida ya llevábamos tres meses juntos y el aún no me había llevado.

-Algún día que tengamos más tiempo, queda a las afueras de la ciudad-Se excuso.

Era poco pero mejor que nada, yo ya había pasado por las afueras de la ciudad y nunca vi ninguna casa, a menos que... ¡Claro! el camino por el bosque.
Conducir un mini cooper por el bosque probable mente no ha sido una de las ideas mas brillantes que he tenido, maldije cuando se quedo parado, me baje del auto. Tenía dos opciones
La primera: Llamar a Sarah para que viniera lo cual era imposible ya que no había señal.
o la segunda: Caminar hasta encontrar la casa de Alec.

Realmente no tenía opción, comencé a caminar hasta que divise una casa a lo lejos, ¿Por que sentía como si me estuviera adentrando en la boca del lobo?

Me detuve, la casa estaba a unos cuantos pasos, era grande y de arquitectura antigua, la pintura se había caído dejando solo algunos pedazos acompletando su apariencia de casa de terror.
Esta no podía ser la casa de Alec, más bien ¡Esta no podía ser la casa de nadie!
Aún así me dirigí hacia la puerta, toque pero lógicamente nadie abrió.
Busque una entrada trasera, había una puerta de madera podrida probablemente se rompiera con un solo golpe, y efectivamente de una sola patada la puerta cayó.
Entre y tosí, había demaciado polvo.

Las paredes carecían de color y los muebles se tapaban gracias a unas mantas que probablemente en otro tiempo habían sido blancas, aspire con fuerza intentando darme valor, subí las escaleras de madera temiendo con cada crujido que fueran a romperse.
Por fin me halle en la parte superior, solo había tres cuartos, entre al primero, estaba completamente vació, abrí la puerta del segundo era una enorme biblioteca, di un paso temerosa, toque uno de los ladrillos de la chimenea, un escalofrío recorrió mi cuerpo, aún estaba caliente alguien había estado alli hace poco.

Un libro destacaba de los otros, tenía una "V" tallada en oro, mi italiano no era tan bueno como para poder comprender lo que decía pero estaba escrito a mano.
Unas hojas cayeron, me incline a recojerlas.
Sentí como se entumecía mi mano, la primera era una fotografía mía, me apresure a tomar los otros papeles.
Ahí estaban todos mis datos, mi nombre completo, las identidades que había tenido, toque el collar que había perdido, el mismo que usaba siempre, el mismo que solo pudieron quitarme lo dormida ya que siempre lo llevaba en el cuello.

Mi padre llego corriendo desde la planta baja, como siempre Annie y yo estábamos juntas mirando la televisión.

-Niñas tienen que escucharme muy bien ¿Entendieron?-Las dos asentimos

-Tienen que quedarse dentro del closet, no importa lo que escuchen o vean-Anni sonrió, pensaba que era un juego, yo por el contrario podía ver el miedo reflejado en los ojos verdes de mi padre.
Nos di un beso en la coronilla a cada una antes de meternos en el ropero.

-¿Jane?-Pregunto Anni llorando, al escuchar los gritos

-¿Qué?-Intente por todos los medios no llorar, tenía que ser fuerte por mi y por Annie,

-¿Me van a hacer daño?-

-No podrán, yo se los impediré-Respondí tomando fuertemente su mano

Un cuerpo se estrello contra el closet, abrí la puerta temerosa para encontrarme con el cadáver de mi padre.
Anni se sentó en el suelo alado de el y comenzo a gritar le, no le dije que era inútil, no le dije que no regresaría, no lo hice por que no me dio tiempo
En ese momento un chico de unos dieciséis años nos obserbaba divertido sonriendo ante las lágrimas de Annie
Quise partirle la sonrisa de la cara, pero sus ojos rojos me advirtieron. Aquel chico estaba lejos de ser humano.

-Aleja te-Advertí poniendo mi cuerpo frente al de Annie tratando de protejerla

-¿Y que si no lo hago?-Me desafió con diversión,

-Alejate-Repetí al ver que se acercaba

-No-sisee, utilice mi don pero en ves de rebolcarse en el suelo sonrió mostrandome sus colmillos.

-¿Que eres?-Pregunte, mirandolo fijamente

-Vampiro-Lo había sabido desde que lo vi, pero que lo dijera en voz alta me hizo dar un paso atrás.

-Tu no vas a matarme-Lo mire con desafió

-No puedes estar tan segura-Respondió lascivo mirando el cadáver de mi papa, tomo a Anni y la arrastro consigo, lo golpee en un vano intento de que la soltara.

-¡Jane!-Llamo Anni

-¡Annie!-Grite, al ver que el vampiro rompía el cuello de Annie bebía su sangre, y la arrojaba al suelo.

-Vete Jane-Dijo advirtiéndome

-Vete o te llevare conmigo-Si me quedaba ahora con mis escasos cinco años no podría vengarme, tenía que irme pero esta no sería la ultima vez que nos veríamos.

-Vendetta-Pronuncie antes de irme.

Sentí como callo el collar de mis manos

Ahora lo recordaba todo, Annie, ella estaba muerta....
Alec era su asesino.